¡¡¡Bienvenido Maikel!!!
Mi primer sobrino como miembro de este especial y cariñoso grupo de maravillosas personas que me acogieron como un miembro mas de la familia. Me siento feliz y afortunado tenerlos tan cerca siempre aun estando a miles de kilómetros de ellos, una prueba mas de que la distancia no entiende de distancias cuando el vinculo que une a las personas es tan poderoso.
Si amigos, me siento dichoso, me siento... en el sofá escribiendo esto con el corazón rebozante de felicidad y cariño por lo que la vida me regaló sin haber pedido y sin haber avisado... una gran y hermosa familia.
Porque la vida es esto, una historia con fecha de caducidad llena de momentos
felices y lacrimógenos. A veces es una caja de bombones, otras un anillo, otras veces es despedida, otras reencuentro, es un beso o un abrazo... la vida... es vida.
Hoy, sin embargo es un suceso, un acontecimiento que todo padre espera con ansia, un regalo pequeñito de piececitos minúsculos y fríos, manitas blandas e
inseguras, un saquito de piel aterciopelada berreante y lleno de
vida que puede hacer milagros, puede borrar de la memoria lo malo, lo
sufrido, abriéndonos el alma, el corazón, la mente enseñándonos con su recién e ignorante llegada como disfrutar en silencio o gritando de la
vida, porque es una, es intensa, es corta pero inmensamente bella.
¡¡¡Bienvenido Maikel, bienvenido a esta fiesta que llamamos vida!!!
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